1. La Raza

      El Bosque de Noruega

      El gato de los Bosques de NoruegaCuando la madre naturaleza se recrea lo hace a lo grande. La armonía, la elegancia, la inteligencia son sus armas fundamentales. Los resultados, maravillosos.

      Cuando observamos sus creaciones disfrutamos con la contemplación de un paisaje o miramos al atardecer la muerte de las olas a la orilla del mar, nos comunicamos con ella y nos emocionamos frente a la sensación única y particular de cada uno de nosotros ante la consciencia de que también formamos parte de ella.

      El gato de los Bosques de Noruega es una clara evidencia de lo que las condiciones naturales consiguen con su paciencia característica. Este fragmento de bosque, este retazo de aurora boreal es como tener un pedazo de naturaleza en casa.

       

      Historia

      Hace mucho tiempo, en la prehistoria quizá, gatos de pelo corto emigraron hacia el norte; allí se adaptaron y sobrevivieron desarrollando unas características raciales especiales que les permitieron vivir en un clima durísimo. La historia de estos gatos está llena de leyendas que lo sitúan cerca de los dioses y al lado de las hadas. Es de sobra conocido que dos gatos blancos tiraban del carro de la diosa Freya y que el poderoso Thor no pudo levantarlo con sus manos.

      Leyendas aparte, las primeras referencias están descritas en 1550 por un sacerdote naturalista danés que vivía en Noruega y que clasificaba la flora y la fauna de Escandinavia; Peter Clussoan Früs en sus trabajos hace una división entre los linces: el lince-lobo, el lince-zorro y el lince-gato. Seguramente se trataba tan sólo del Skogkatt; su semejanza con el lince era evidente: collar, plumetis en las orejas, el tono del manto, y no sólo se parecían estéticamente: su habilidad para pescar en los lagos, la destreza a la hora de cazar pájaros y su pericia subiendo y bajando de rocas y árboles hicieron que lo confundieran. Más tarde, en 1912, un autor noruego, Gabriel Scott, escribe un libro para niños en el que el protagonista principal es un gato de los Bosques de nombre "Solvfaks".

      Con el desarrollo rural en el norte de Europa, los colonos llevaron con ellos a sus granjas gatos de pelo corto; estos se empezaron a aparear con gatos de los Bosques que hasta ese momento se habían mantenido más lejos del hombre, esto puso en peligro la raza y en los años treinta los noruegos se empezaron a preocupar por su gato autóctono.

      Comienza la andadura. Para poder considerar un gato como auténtico los criadores debían llevar sus gatos y sus camadas a una comisión que dictaminaba si eran adecuados y cumplían todos los requisitos que en ese momento se tenían en cuenta para criar únicamente con auténticos gatos de los Bosques; debían poseer todos los atributos y rasgos que distinguían a este gato de cualquier otro: pelo, tamaño, morfología, carácter, etc.

      Estos pioneros trabajaron lenta y rigurosamente hasta elaborar un estándar y así determinar con palabras y puntuación lo que la naturaleza había determinado tiempo atrás con frío y condiciones extremas para sobrevivir. Era necesario si se quería proteger a la raza evitando cruces con cualquier otro gato. Es por esto que el Bosque de Noruega es único, especial, pero sobre todo "natural", pues aunque la mano del hombre ha intervenido, sólo lo ha hecho para salvaguardar su pureza y conservar sus primitivas características luchando contra modas o caprichos pasajeros. Es fácil de entender que los escandinavos quisieran proteger a un animal que reúne en sí mismo algo tan difícil de encontrar: un carácter dulcísimo, una destreza sorprendente y una estética fantástica que lo sitúa en un ámbito que va desde la más absoluta admiración a la constante sorpresa.

      La raza silvestre

      Sigamos con su historia. En 1969, trece noruegos participaban en exposiciones y tres años más tarde la raza es reconocida por las asociaciones felinas noruegas y se empieza a elaborar el primer estándar; dos años después el cruce de "Pippa" con "Truls" dá los primeros Noruegos reconocidos como raza. Sus nombres: "Pjewiks Truls" y "Pjewiks Nisse". En 1975 Kari Eggun, Liven Loose y Egil Nylund fundaron la Norsk Skogkattring, que le dá un impulso y fuerza a la raza. En 1976, es reconocida por la FIFé.

      PR. N* Truls (Pan's) -NFO n 09 23 (Male)
      PR. N* Truls (Pan's) -NFO n 09 23 (Male)

      Una delegación compuesta por Carl-Frederik, Elen Nordane y Arvid Engh viaja a París, sin embargo la estrella del momento, "Pan's Truls", el gato que había servido de modelo para la elaboración del estándar, no pudo viajar con ellos. Las leyes fronterizas noruegas impedirían que regresara sin sufrir antes una larga cuarentena. Cuando la delegación noruega regresó, él fue al aeropuerto a recibirla. Truls era ya muy conocido por su aparición en la televisión y la declaración del rey Olaf de otorgar al "Norsk Skogkatt" la categoría de mascota nacional, le había dado mucha popularidad, y así este vikingo que viajaba en las bodegas de los "drakkars" empieza una nueva singladura conquistándonos con su belleza e inteligencia.

      La primera organización felina americana que lo reconoció fue TICA, que entre 1984 - 1985 elaboró su primer estándar; los primeros Noruegos registrados en CFA datan de 1987 y comenzaron a competir en 1993. Justamente en el año que celebramos su vigésimo aniversario del reconocimento de FIFé la CFA en su anuario de 1996 hace una reseña especial de los Bosques de Noruega.

      Al principio la exportación era muy difícil y restringida: un gato no podía salir de Noruega sin un acuerdo de la comisión de crianza de la Federación Felina Noruega. Pero Europa ya había sucumbido a sus encantos y muchos de los hoy reconocidos criadores se embarcaron, a pesar de las dificultades, en la reconfortante tarea de criar estos gatos. El primer eurocampeón más allá de las fronteras escandinavas fue "Jakobellas Max", un macho negro tabby tigre con blanco propiedad de Margaret Leleither, que ese mismo año, fundó el Club del Bosque de Noruega en Alemania.

      Hasta 1990 se permitió gatos de la naturaleza y en ocasiones los encontramos en nuestros pedigríes. En la actualidad hay mucha controversia entre los criadores a la hora de decidir si se puede volver a traer gatos de la naturaleza. Muchos defienden que hay suficientes líneas genéticas para trabajar sin consanguinidad; en cambio otros creen que se están perdiendo algunos de los rasgos característicos de la raza, que se recuperarían con la entrada de sangre nueva. De momento es muy difícil que la categoría de novicios se vuelva a abrir, quizá uno de los motivos para la negativa sea que tendrían que hacerse comisiones muy estrictas a la hora de admitir un gato de la naturaleza, y por supuesto sólo en Noruega, su país de origen (aunque es sabido que el Bosque se ha desarrollado también en Suecia y Finlandia).

      Pero hay que entender que un motivo especial influye a la hora de tomar esa decisión, especialmente entre los criadores noruegos, y no es otro que el sentimental. A casi todos los criadores nos gustaría tener un gato directamente cogido de los bosques. Imaginaros a los noruegos viendo saltar o trepar por los árboles magníficos ejemplares sin poder acceder a sus líneas genéticas. Quizá en el futuro nos pongamos de acuerdo todos los criadores y tomemos la decisión para nuestros gatos, que en definitiva, es lo que importa.

      Todos los colores en su hábitat natural se corresponderían con determinados lugares de Noruega, cada color se adapta con el gato y adquiere el camuflaje necesario, de este modo se dice que los atigrados vivirían en los bosques, los blancos más al norte y los rojos y las tortugas hacia las costas, pero sea cual sea el color de su manto o los distintos dibujos que los adornan, todos son espectaculares. La calidad del pelaje de los agutíes frente a los no agutíes sugiere cruzar gatos agutíes con no agutíes, pues parece ser que los gatos no agutíes tienen el pelo ligeramente más suave.

       

      ¿Qué distingue al Bosque de Noruega de otro tipo de gatos?

      Muchas y diversas facetas, pero hay algo en particular que lo hace diferente y no es otra cosa que el no haber sido cruzado nunca jamás con otras razas.

      A veces escuchamos que se ha cruzado tal raza con tal otra para mejorara algunas características; en este caso no es necesario, pues sus cualidades son únicas, y con los cruces sólo se conseguiría dañar su singularidad.

      Desde un punto de vista estético, su elegancia innata, la distribución y el tipo de pelo, exclusivo de este gato; su aspecto salvaje, pero sereno, su rapidéz y su seguridad, el dominio de su territorio, etc. En el plano psíquico, su inteligencia, la increíble capacidad de comunicación con todo su entorno familiar: personas, otros gatos, perros, niños, etc.; la rapidez en el aprendizaje de los cachorros, la infinita paciencia de su madre con la prole, a la que dan de mamar hasta la saciedad, siempre que sus hijos, propios o adoptivos, lo demanden.

      Hablamos de un gato-gato. Así tal cual, de imponente estampa, sencillo en su comportamiento, cercano y afectuoso, que consigue en un tiempo récord su lugar dentro del seno familiar, y les aseguro que es muy importante.

      Gato de pelo semilargoCuando un Bosque de Noruega entra en una familia la casa se recubre de un particular hechizo: todos se disputan su afecto, y es divertido ver que con el paso del tiempo el propietario inicial reivindique cada vez más a menudo que el gato es suyo, tratando de establecer lazos especiales con su gato para distinguirse de manera especial de los afortunados mortales que convivan con él. Este, muy sabio, dará a cada uno su ración, reservándose para su favorito determinados comportamientos que sólo demostrará en la más absoluta intimidad.

       

      Reproducido con el permiso de:
      Criadero La Zarina - Carmen Hierro & Maribel Lerones